Acumula mil errores, el verdadero interés compuesto

Esta semana voy a escribir sobre un libro de esos, de esos que son como de autoayuda y que a veces están llenos de clichés, pero de los que se puede rescatar una que otra idea que pensar. Al fin y al cabo, no nos las sabemos todas y el objetivo de un libro siempre es ese, dejarte algo que pensar, para bien o para mal. El libro se llama “La psicología del dinero. Cómo piensan los ricos.”  Escrito por Morgan Housel. Así sin más, no pienso indagar en quien es el autor ni darles un resumen del libro, sólo voy a escribir sobre una idea que extraje que me pareció lo suficientemente interesante y que de cierta forma todos la hemos podido vivir en algún momento de nuestras vidas.

Todos los textos en comillas son extraídos del libro, y empiezo con el primero.

“Hay ámbitos profesionales en los que tienes que ser perfecto siempre. Pilotando un avión, por ejemplo. Luego hay ámbitos en los que te conviene ser por lo menos bastante bueno casi siempre. Como el caso de un chef, por ejemplo. Sin embargo, las inversiones, los negocios y las finanzas no son como estos ámbitos… nadie toma buenas decisiones todo el tiempo. Las personas más impresionantes, están repletas de ideas horrendas que a menudo las llevan a cabo”.

Cuando realicé la maestría nos evaluaban por campana de gauss. En Venezuela normalmente acostumbran a valuar a las personas en las pruebas académicas del 1 al 20, en Chile del 1 al 7, y así en cada país. En el IESA nos evaluaban por campana de gauss, que significa que básicamente nos meten a todos en un saco y hacen una distribución aritmética, es decir, para decirlo en cristiano y llevándolo a un ejemplo extremo, si 9 de 10 personas sacan una nota 15 de 20 y una persona saca 20 de 20 entonces la media es 15 y el percentil extremo que se fue a la derecha es el 20. Esto quiere decir que probablemente no sacaste 15, sino 10 porque eres la media de la nota del curso, y el único que saco 20 fue el caso extremo que se ubicó a la derecha de la campana.

En pocas palabras, para ser bueno había que salirse si o si de la media. Pero eso sí, si sacabas 15 y todos sacaban 20 entonces te quedabas del lado izquierdo de la campana, y tu 15 equivalía a un cero. ¿Interesante no? (esta explicación es bastante escueta, pero es un ejemplo para que se entienda un poco de que va).

Este sistema equivale a la excelencia o a la mediocridad, irónicamente no hay medias, este sistema se presta para la corrupción o la meritocracia. Era el juego del calamar hecho sistema educativo y les explico por qué. Como si fuera poco nuestra primera clase, luego del curso intensivo de matemáticas, fue estadística. Nuestro primer examen fue un verdadero acertijo, un trabajo individual donde cada uno tenía que resolver un árbol binario. El tema es que la dinámica se prestó para intercambiar opiniones mediante un grupo de WhatsApp, todos teníamos que resolver el mismo albor binario, pero era difícil llegar a una solución consensuada, la solución grupal fue… adivinen cual… respondemos todos la misma solución y esa será la media del grupo, nadie reprobará su primer examen de postgrado, pensábamos estrenar la campana de gauss a lo grande, nuestra primera decisión fue la corrupción. No nos juzguen, recuerden que estábamos jugando al juego del calamar nivel académico. No les contaré la decisión personal que tomé, pero tampoco hay que ser muy listos para saberla.

Lo cierto es que esta decisión corrupta fue la primera y la última que se tomó, nadie quería ser la media por más que eso garantizara aprobar, se fueron notando rasgos de individualidad propios de la naturaleza humana, pero este no es el objetivo de este escrito, solo quería resaltar lo interesante que son las campanas de gauss.

Ahora imagínense que utilizamos el concepto de la campana de gauss para la vida misma. La media es todos nuestros errores, que seamos sinceros muchos. ¿Y si en nuestra vida la media no son solo todos nuestros erros sino también todos nuestros fracasos? ¿Nos llamaríamos fracasados? Quizás una vida promedio para ti sea un éxito y para otro un fracaso. Capaz el solo hecho de no estar en el lado izquierdo de la campana ya es para ti un éxito. Eso no está mal, pero ¿a qué quiero llegar con esto? Cuando vemos a una persona siendo exitosa ¿qué creen que vemos? Esta persona está en el lado derecho de la campana en ese momento de su vida, pero la media de su vida fueron sus errores y fracasos, sus intentos fallidos, el trabajo realizado, los pequeños éxitos, todo lo que no se vio. Quizás hasta en algún momento estuvo del lado izquierdo y lo llamaron menos que fracasado. Cierto es que el autor menciona algo interesante: “Los casos extremos determinan el éxito” Recuerden que los casos extremos son… improbables. Que sean improbables no quiere decir que no pueden suceder, no estoy exterminando tus sueños, solo quiero que sepas que cumplir tus sueños es un caso extremo, la mayor parte de tu vida la vivirás en la media de la campana, incluso, aún cuando hayas logrado tu sueño y vivas el lado dulce del éxito, te podrás encontrar participando en estadios que se encuentran… en la media. ¿A que me refiero con estadios? A proyectos, trabajos, situaciones que están lejos de ser exitosas y te corresponde a ti, con tu experiencia avanzar con ellas.

“El hecho de que esto no sea intuitivo se debe en parte a que, en la mayoría de los ámbitos profesionales, solo vemos el producto acabado, no las pérdidas en las que se ha incurrido y que condujeron al producto al gran éxito… En la junta de accionistas de Berkshire Hathaway de 2013, Warrent Buffet dijo que a lo largo de su vida ha sido propietario de entre 400 y 500 acciones y que ha obtenido la mayor parte de su dinero gracias a diez de ellas”. ¡¡¡DIEZ DE ELLAS!!! “Charlie Munger añadió a continuación: Si sacas unas cuantas inversiones espectaculares de Berkshire, el historial de la empresa a largo plazo es bastante mediocre”.

Bastante mediocre, solo 10 de 500 (2%) el lado extremo derecho de la campana de gauss, suficiente para ser “exitoso” según como tú definas el éxito. Sólo basta con que aciertes una vez, una vez ocasionalmente no estaría mal, la vida esta llena de miles de ejemplos como esos, así que, equivócate mil veces, inténtalo todas las veces que quieras, lleva a cabo todas esas ideas inquietantes que no te dejan dormir por la noche, la mayoría podrán ser un fracaso, pero al final una sola decisión buena puede ser responsable de la mayor parte de los resultados. Así que, de idea en idea, de un paso más otro, llega al extremo.  

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